3、松树之乡:诗人眼中的韦尔瓦

No sé que tienen los pinos 

cuando se muere la tarde
y elevan sus yertas ramas
bajo la neblina frágil.
Son espectros pensativos
que se quejan en los aires,

enamorados donceles
de infinitas soledades.
No sé que tienen los pinos
cuando se muere la tarde
y sobre mi vida vierten
un sueño de eternidades.
Dictinio del Castillo

Huelva son pinares, Huelva es Naturaleza, Huelva son playas impresionantes,... Huelva es diferente. El paisaje onubense cambia de un momento a otro, desde el rojizo serrano que baja con las aguas del río Tinto hasta el blanco de las salinas o el dorado de sus playas, pasando por un verde intenso, un paisaje de verde oscuro, un verde sombreado por los bosques de pinos. Millones de pinos y pinos hasta donde alcanza la vista.

Así lo expresa Juan Ramón en uno de sus poemas:

"Ya están ahí las carretas
lo ha dicho el pinar y el viento".

Si hacemos un recorrido por la zona del Parque Nacional y Natural de Doñana encontramos "un mar de pinos" rodeado de esteros, marismas y amplios humedales que favorecen la presencia de una gran variedad de especies animales y vegetales. En este recorrido veremos playas de dunas solitarias y salvajes, envueltas de pinares y brisa atlántica. Estos pinares nos conducen, al adentrarnos desde el coto hacia el interior, hasta el Rocío y sus alrededores.Allí se hace realidad la letra de la famosa sevillana tan cantada por todo aquel que se precia ser rociero y que dice así en sus primeras líneas:

"Lloran los pinos del coto
despidiendo a las carretas..."

Este paisaje verde se transforma en luminosidad al acercarse al Rocío que se ofrece como un remanso de paz en las puertas de Doñana; su paisaje diferente según la época del año, ofrece panorámicas diversas cuya génesis del cambio está en el juego del agua, abundantísima o casi inexistente, según los años y las estaciones.

Entre los lugares de interés en esta aldea se encuentran, además de la ya mencionada Ermita de la Virgen del Rocío, el Paseo Marismeño, la Plaza del Acebuchal, declarado Monumento Natural, el Puente del Ajolí o Puente Rey, paso tradicional de las hermandades rocieras, la Boca del Lobo, bello paisaje al final de la "Madre de la Marismas" y por último el Camino de Moguer.

De este camino del Rocío se ha escrito mucho y sobre todo, tenemos que destacar algunos párrafos del capítulo titulado "El Rocío" de "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez.

 4、诗者生平

Nació en Moguer (Huelva), en 1881, en el seno de una familia de cultivadores y exportadores de vinos. A los once años fue alumno interno en el colegio de los jesuitas del Puerto de Santa María (Cádiz).

En la Andalucía extremadamente clasista de finales de siglo, Juan Ramón tenía que ser un niño aislado, sin contacto verdadero con su ámbito externo, según él mismo escribe "De esos dulces años recuerdo que jugaba muy poco, y que era gran amigo de la soledad"..

En su adolescencia partió hacia Sevilla para estudiar Derecho, aunque se interesó más por la poesía y la pintura. La carrera, iniciada por imposición paterna, quedó sin acabar en este intento y en otros posteriores.

La publicación de Rimas en 1902 supuso un gran paso adelante en su carrera de escritor y su consagración en el ambiente literario madrileño.

Una nueva crisis le lleva en 1905 a Moguer, sigue escribiendo poemas amorosos, inspirados en gran parte en el simbolismo francés, entre ellos uno de los más conseguidos: El viaje definitivo.

Vuelve a Madrid en 1911, encabeza todos los movimientos de renovación poética; dirige las revistas más cuidadas de nuestra literatura, y anima a todos los que después serán los grandes poetas del 27.

En 1916 se celebra la boda de Zenobia y Juan Ramón en la Iglesia católica de St. Stephen, de Nueva York.

Al estallar la guerra civil, abrazó la causa republicana, y acogía en su casa a los niños huérfanos, para cuyo cuidado destinó sus ahorros. Abandonó España en 1936.

Vive en Puerto Rico, en La Habana, en Florida, en Washington y, a partir de 1951.El año 1956 tendrá para él una doble cara: la concesión del premio Nobel de Literatura y la muerte de Zenobia, hecho del que el poeta ya no se recuperará.

Dos años después, en una desolación total, fallece en Puerto Rico.El 6 de Junio de 1958 los cuerpos de Zenobia y Juan Ramón son trasladados a España, reciben definitiva sepultura en el Cementerio de Jesús, de Moguer.