Capítulo V. Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero(虽然堂吉诃德很不幸,但是这执着的倒霉孩子还要继续去冒险)

Viendo, pues, que, en efeto, no podía menearse, acordó de acogerse a su ordinario remedio, que era pensar en algún paso de sus libros; y trújole(在房间中打隔断) su locura a la memoria aquel de Valdovinos y del marqués de Mantua, cuando Carloto le dejó herido en la montiña, historia sabida de los niños, no ignorada de los mozos, celebrada y aun creída de los viejos; y, con todo esto, no más verdadera que los milagros(奇迹) de Mahoma. Ésta, pues, le pareció a él que le venía de molde(模子) para el paso en que se hallaba; y así, con muestras de grande sentimiento, se comenzó a volcar(泼出) por la tierra y a decir con debilitado aliento lo mesmo que dicen decía el herido caballero del bosque:

—¿Donde estás, señora mía,

que no te duele mi mal?

O no lo sabes, señora,

o eres falsa y desleal(不忠实的).

Y, desta manera, fue prosiguiendo el romance hasta aquellos versos que dicen:

—¡Oh noble marqués de Mantua,

mi tío y señor carnal!

当地的农夫是他的邻居,正巧送麦子到磨坊经过此地。

农夫看到有个人躺在那里就问他是谁,哪里不舒服。堂吉诃德背了一首歌谣给他。