El último trato
Una mañana iba yo por la pedregosa carretera,
cuando espada en mano, llegó el Rey en su carroza.
"¡Me vendo!", grité. el Rey me cogió de la mano y me dijo:
"Soy poderoso, puedo comprarte." Pero de nada le valió su poderío
y se volvió sin mí en su carroza.

Las casas estaban cerradas en el sol del mediodía
y yo vagaba por el callejón retorcido
cuando un viejo cargado con un saco de oro me salió al encuentro.
Dudó un momento, y me dijo: "Soy rico, puedo comprarte."
Una a una ponderó sus monedas. Pero yo le volví la espalda y me fui.

Anochecía y el seto del jardín estaba todo en flor.
Una muchacha gentil apareció delante de mí, y me dijo:
"Te compro con mi sonrisa." Pero su sonrisa palideció
y se borró en sus lágrimas. Y se volvió sola otra vez a la sombra.

El sol relucía en la arena y las olas del mar rompían caprichosamente.
Un niño estaba sentado en la playa jugando con las conchas.
Levantó la cabeza y, como si me conociera, me dijo:
"Puedo comprarte con nada." Desde que hice este trato jugando, soy libre.

最后的交易
早晨,我走在石头铺成的路上,
大叫着:“来雇我吧!”
国王坐着华丽的马车来到我身边,
他手握宝剑,抓住我的手说:“我用我的权力雇你。”
但权力对我毫无意义。
他坐着马车走了。

正午时分,烈日炎炎,房屋都紧闭着。
我徘徊在弯弯曲曲的窄巷中。
一个老人提着金袋走了出来。
他沉思片刻,然后说:“我用我的金钱雇你。”
他一枚枚掂量着他的金币,我摇摇头走开了。

晚间,花园的围篱边芳香四溢。
美丽的姑娘走过来说:“我用我的微笑雇你。”
但是她的微笑很快变得苍白,
融化成了泪水,她只有独自回到黑暗中去了。

太阳照着海滩,海浪拍打着海岸。
一个儿童坐在沙滩上玩着贝壳。
他抬起头来,好像认识我,“我雇用你,但没任何报酬。
从此,这与玩童的交易使我成了一个自由的人。