China empezó ayer domingo la cuenta atrás del año lunar chino del Conejo para dar entrada al Año Nuevo chino, el año del Dragón, en medio de un estallido de aplausos y fuegos artificiales, informa China Daily. El dragón chino, frente a su contraparte occidental, es percibido como un icono auspicioso, potente y dinámico, lo suficiente valiente como para enfrentar los desafíos en enormes proporciones. Los esfuerzos de China por establecer un equilibrio entre las promoción de crecimiento y la restructuración de su economía impulsada por las exportaciones, en medio de un camino lleno de giros inesperados y baches, es lo que mejor define el espíritu del dragón chino.

Pese a la debilidad de la economía mundial y la crisis de deuda de la zona euro, el gigante asiático se las arregló para llegar a una tasa de crecimiento del 9,2% en 2011, empequeñeciendo cualquier economía importante del mundo. Asimismo, el desglose del PIB de China revela que el país asiático se está alejando de su modelo de crecimiento desequilibrado y apunta hacia uno más sostenible, basado en un mayor consumo de su Producto Interior Bruto (PIB) en relación a años anteriores.

Los últimos datos publicados por el Buró Nacional de Estadísticas de China muestran que la inversión y el consumo contribuyeron un 54,2% y un 51,6 del crecimiento del PIB de China en 2011, respectivamente, mientras que las exportaciones netas registraron una tasa negativa del 5,8%. Un dato alentador lo registraron las ventas minoristas que aumentaron un 18,1% en el pasado mes de diciembre respecto al mismo periodo del año anterior.

China, con los espíritus de los dragones chinos, está dispuesta a trabajar con el resto del mundo y mostrar su coraje para hacer frente a la actual crisis económica.