Cien mil estudiantes exigen en las calles de Chile la reforma educativa

Unos cien mil estudiantes y profesores marcharon ayer por las calles cercanas al centro de Santiago al grito de "¡Y va a caer, y va a caer, la educación de Pinochet!", en una nueva jornada de movilización(动员) que se extendió hasta la noche con una cacerolada(公众敲锅抗议) en todo el país para presionar al Gobierno conservador de Sebastián Piñera con el objetivo de que acepte reformas de fondo en el sistema educativo y en la Constitución. Varios sindicatos(工会) y gremios(行会) acompañaron la marcha. Durante la protesta se produjeron incidentes entre pequeños grupos de manifestantes(游行者,示威者) y la policía que se saldaron(了结,结束) con 273 detenidos(被捕的,在押的) en el país -72 de ellos en Santiago- y un total de 16 civiles y 26 policías heridos.

Después de dos meses de marchas, paros, huelgas de hambre y múltiples e ingeniosas manifestaciones, el movimiento ha conquistado el apoyo mayoritario de la población, que respalda(保护,支持) en un 80% las reivindicaciones(权利,要求) estudiantiles y mantiene en ascuas a La Moneda*, sede del Gobierno, que no ha sabido aún cómo responder a las reivindicaciones. Los estudiantes han transformado a Piñera en el presidente con menor respaldo popular (26%) desde el reinicio de la democracia en 1990.

La Moneda desplegó(开展,部署) ayer a lo largo de la marcha de Santiago un dispositivo de 1.300 policías militarizados. Operaciones parecidas tuvieron lugar en las principales ciudades del país, donde unos 30.000 estudiantes y profesores salieron a la calle. Por la mañana, los piquetes de estudiantes instalaron barricadas(路障) en diferentes arterias(干线,要道) de la capital chilena para bloquear(堵塞,阻止) el tránsito(行走,通行). Los agentes los desalojaron con rapidez.

Un clima alegre y de carnaval reinó, no obstante, durante las cinco horas de protesta. "Nuestros ideales no se reprimen(抑制,镇压)", decía una de las pancartas(标语牌) de los universitarios. Otros jóvenes simulaban estar encarcelados(被监禁的) bajo la leyenda "Condenados(被判刑的) por la educación". Un muchacho se disfrazó como el expresidente socialista Salvador Allende, con sus típicos bigotes, anteojos y la banda presidencial. Abundaban mensajes de paz y señales de no violencia.

Por Twitter, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Camila Vallejo, pidió a los manifestantes terminar la movilización en calma. "Los violentos no somos nosotros", dijo.

Uno de los motivos que alienta las protestas es el endeudamiento(负债,欠债) de los estudiantes, en especial, los universitarios. A diferencia de otros países, en Chile son las familias las que deben financiar la mayor parte del coste de la educación, lo que perjudica más a la clase media, que no cuenta con créditos ni becas del Estado y debe acudir al banco para pedir un préstamo. Al terminar sus carreras, los jóvenes se inician en la vida profesional endeudados durante años y los que no finalizan sus estudios deben pagar de igual modo.

El clima para la movilización estudiantil fue distinto del que hubo el jueves pasado, cuando el Gobierno cortó el acceso a la principal avenida de Santiago, la Alameda, y reprimió a través de la policía militarizada a miles de alumnos de secundaria y universitarios con gases, chorros de agua y cargas a caballo. Cerca de 900 personas fueron detenidas. Esa noche la respuesta de las familias de los estudiantes fue masiva, sobre todo en los barrios de clases medias, con una cacerolada nocturna en protesta por la represión a los jóvenes, en un tipo de contestación que no se oía desde la dictadura de Pinochet (1973-1990).

Se palpa un nuevo aire en algunas zonas de Santiago. Desde el jueves pasado, en el barrio de Ñuñoa, donde viven clases medias, grupos de manifestantes salen a golpear las cacerolas todas las noches. Cuando desde plazas y aceras pasan a ocupar las calles e interrumpir el tránsito, la policía los reprime con gases y chorros de agua. Otros barrios han comenzado a apoyar la iniciativa de protesta.

El movimiento estudiantil ha estimulado(刺激) un clima de movilización que Chile no vivía desde hace décadas. Hace unos días, los autobuses del transporte público se retrasaron una hora y, espontáneamente(自然而然地), quienes esperaban en la parada, encabezados por una trabajadora doméstica, ocuparon la avenida, provocando un atasco monumental durante una hora. Un grupo de taxistas, en protesta por el aumento de precios de los combustibles, bloqueó las calles de forma coordinada en varias ciudades. Los trabajadores de las dos mayores empresas mineras del país han realizado paros ilegales en demanda de aumentos salariales, aprovechando la bonanza del precio del cobre.

词组讲解:

mantiene en ascuas a La Moneda:这个词组也可变形为:poner a uno en ascuas,表示“使惊恐不安,使惶惶不可终日”。

EJ:Los acontecimientos políticos de los últimos días han mantenido el país en ascuas.最近几天发生的政治事件使国家处于动荡不稳状态。