Mientras se avanza(移动) por la carretera(公路), desde Wuxi, lo primero que se advierte(发现) es la imponente(壮观的) figura del Hotel Long Wish(龙西宾馆). A primera vista parece dueño absoluto de la zona. Luego emergen las pagodas(塔), cual guardianes al pie del gigante. Es lo primero que se ve, pero no es lo único. Huaxi tiene mucho que mostrar.
La Pagoda de Oro
Al llegar al centro de la villa deslumbra(使惊奇) una pagoda china, a la usanza(习惯) de las más tradicionales. Es la Pagoda de Oro, me dicen. Cuesta alcanzar su punto culminante(顶端的) con la mirada. Era lo más alto hasta la construcción del Hotel Long Wish. En sus 98 metros de altura acoge un hotel tres estrellas con 119 habitaciones.
Desde el piso 15 de la Pagoda de Oro mi vista alcanza buena parte de esta villa. Cual bordado(刺绣) chino, impresionante por su perfección, lucen, desde arriba, las casas del "viejo Huaxi", como le llaman aquí. Todo se puede ver desde esta altura. Y al descender hasta el segundo piso el siempre asombroso encuentro con la cocina china. Degustamos deliciosos platos en uno de los 14 restaurantes de este hotel.
Otras 9 pagodas conforman el centro de la villa. Alcanzan 69,8 metros de altura. Cada una puede alojar a 288 personas y tiene capacidad para 800 comensales(食客). Entre las pagodas está el Jardín de la Felicidad. Tiene 4 áreas asociadas a las estaciones del año, que se distinguen por elementos naturales: sauces(柳树), loto(睡莲), osmanthus(桂花), bambúes, flores de ciruelo(梅花), cascadas(瀑布), un lago y estatuas de piedra con figuras de animales.
El Parque Farmer
El Parque Farmer, según le llaman en Huaxi, es un viaje por todas las épocas de China en contacto con la naturaleza. Las cabañas(小房子) que lo conforman se nombran de acuerdo con las novelas clásicas chinas. Particularmente interesante resulta el pabellón de la longevidad que se creó para promover las virtudes tradicionales(传统美德) del gigante asiático.
De tanto andar ya no advertimos el sobrevuelo de dos helicópteros que, de permanentes, se nos han vuelto familiares. En 2010, Huaxi se convirtió en la primera villa de China en comprar dos helicópteros. Desde entonces los visitantes pueden ver todo "con vista de pájaro", al decir de los habitantes del lugar.
Mucho más tiene Huaxi para cautivar al que llega. Desde su gente, empeñada en una aspiración que parece idílica (pero que ya van logrando): hacerse ricos todos juntos; hasta el nuevo Hotel Long Wish. Desbordados de orgullo los pobladores de Huaxi dicen que hay 208 países, en el mundo, que no tienen un edificio tan alto como ese.
Además de la inolvidable experiencia de haber estado en "la villa más rica de China" y de todas las fotos en lugares muy hermosos, me queda el infinito agradecimiento a los anfitriones(主人).